sábado, octubre 28, 2006

Karl Popper

Hace tanto tiempo que ya no escribo que se me hace bastante raro. Además de que las últimas veces que posteé fue para explicar cosas del viaje a Japón y así no tener que aburrir a la gente con mis batallitas en persona.

La verdad es que muchas veces haces algo (como visitar ciertos lugares, estar con determinadas personas o en este caso escribir en un blog) y no sabes porqué, simplemente por inercia. Pero si tras un tiempo, lo echas menos, ¿será que hay algo que te impulsaba a hacerlo que iba más allá del puro azar, de la mera costumbre? Nunca he escrito para nadie, sino que muchas veces me ha servido para entender mejor cosas que he leido, o visto. No hay nada como explicar algo a alguien, o a uno mismo, para darse cuenta de verdad de lo que se ha aprendido, de lo que sabes y lo que solo crees que sabes. Como la célebre cita de Einstein que no recuerdo textualmente pero que venía a ser algo como "no sabes algo hasta que no eres capaz de hacérselo entender a tu abuela". Por eso escribir, aparte de servir para practicar la expresión escrita (que no viene nada mal), permite organizar las ideas, resumirlas ir un punto más allá de la mera lectura y memorización.

Bueno, después de la introducción, voy a escribir alguna cosilla (copio-pego) del libro que estoy leyendo ahora, "en busca de un mundo mejor" de Karl Popper, que es un conjunto de algunas de sus numerosas charlas y conferencias.

Me está interesando mucho un tema acerca de diferencia entre la falibilismo y el cientifismo. El falibilismo vendría a ser el reconocimiento de la falibilidad de todo conocimiento humano y el cientifismo la teoría según la cual debe otorgarse la autoridad al conocimiento y al que conoce, a la ciencia y a los científicos, a la sabiduría y al hombre sabio...

Y es que es muy interesante desde este punto de partida, el hecho de que es imposible interpretar incluso las teorías científicas mejor confirmadas como conocimiento en el sentido clásico. Incluso nuestras teorías científicas mejor comprobadas y confirmadas son meras conjeturas, hipótesis que han tenido éxito y que están condenadas para siempre a seguir siendo conjeturas o hipótesis. Como ejemplo de todo ésto tenemos la teoría de Newton y la teoría de Einstein, ya que lo curioso, lo que es realmente sorprendente es que ambas son lógicamente contradictorias entre sí, es decir, son consecuencias específicas de dos teorías que son incompatibles dado un conocimiento particular de base. Por eso es imposible que ambas teorías sean verdaderas. No obstante, ambas teorías están relacionadas entre sí por aproximación, las divergencias entre sus consecuencias empíricas son tan pequeñas que todos los casos que confirman y avalan una, simultaneamente confirman y avalan la otra.

¿qué quiere decir ésto? Que por mucho que creamos que en un momento determinado, la corriente científica, las teorías actuales o como le queráis llamar, son verdaderas, exactas, inmutables.... no lo son, es posible que sean verdaderas, pero nunca podremos saber que lo son. Es muy complejo, pero lo que está claro es que el conocimiento siempre seguirá en búsqueda de la verdad, aunque... no existe un criterio de verdad, no hay manera de que sepamos con certeza si algo es "verdad" en el sentido que todos pensamos acerca de ello. El progreso es esa búsqueda continua de la verdad, un proceso crítico en el que siempre se van mejorando las hipótesis, creando nuevas conjeturas y sobre todo eliminando poco a poco los errores con la esperanza de estar más y más cerca de la verdad.

¿cuál es el proceso por el cúal se acepta una nueva hipótesis? Tres puntos importantes: que explique con éxito todas las cosas que explicaba la hipótesis antigua, evitar al menos algunos de los errores de la antigua hipótesis y explicar cosas que no pudieron ser explicadas o predichas mediante la antigua hipótesis.

Por último una reflexión que me ha parecido muy interesante vendría a ser la siguiente: ¿es la teoría de Newton, por ejemplo, el resultado de un método experimental o inductivo? ¿o es una creación del pensamiento humano, del intelecto humano? Esto vendría a hacernos dudar acerca de si las leyes científicas las extraemos de la naturaleza o si es el intelecto humano el que inventa las leyes de la naturaleza. Este punto me recuerda mucho a una conjetura acerca del mundo de las matemáticas que era algo así como: mediante el lenguaje humano creamos los números, con ellos podemos numerarlos: 1,2,3 y así creamos una forma de numerar hasta un número infinito mediante una regla de sucesión. Esta sucesión de números naturales nos damos cuenta de que es infinita. ¿qué quiere decir ésto de que es infinita?¿no es un concepto muy abstracto? Y lo más rayante, la infinitud de los números naturales, ¿es una invención humana?¿o es un descubrimiento? Luego con los números descubrimos los pares, los impares, que hay unos que son los primos.. Y por ejemplo descrubrimos un problema como el de ¿es la serie de números primos finita? o ¿es todo par mayor de dos la suma de dos números primos? Todos estos problemas no existían antes de inventar el sistema numérico o... ¿si que existían solo que estaban "ocultos"? Y este hecho da que pensar sobre la cantidad de problemas que pueden estar ocultos, y que salen a la luz cuando descubrimos algo nuevo.

Bueno dejo ya, para acabar, un apunte de la wikipedia, sobre el célebre pensamiento de Popper, expuesto por él en su libro La Lógica de la Investigación Científica.

En ella el filósofo austríaco aborda el problema de los límites entre la ciencia y la filosofía y se propone la búsqueda de un llamado criterio de demarcación entre las mismas que permita, de forma tan objetiva como sea posible, distinguir las proposiciones científicas de aquellas que no lo son. Es importante señalar que el criterio de demarcación no decide sobre la veracidad o falsedad de una afirmación sino sólo sobre si tal afirmación ha de ser estudiada y discutida dentro de la ciencia o, por el contrario, se sitúa en el campo más especulativo de la filosofía. En este punto Popper discrepa intencionadamente del programa positivista, que establecía una distinción entre proposiciones contrastables (positivas), tales como hoy llueve y aquellas que no son más que abusos del lenguaje y carecen de sentido, por ejemplo Dios existe. Para Popper este último tipo de proposiciones sí tiene sentido y resulta legítimo discutir sobre ellas, pero han de ser distinguidas y separadas de la ciencia.

Lo cierto es que Popper era consciente del enorme progreso en el conocimiento científico que se experimentó en los siglos que le precedieron en tanto que problemas como la existencia de Dios o el origen de la ley moral parecían resistirse sin remedio, puesto que no mostraban grandes avances desde la Grecia clásica. Por ello, la búsqueda de un criterio de demarcación aparece ligada a la pregunta de ¿qué propiedad distintiva del conocimiento científico ha hecho posible el avance en nuestro entendimiento de la naturaleza? Algunos filósofos habían buscado respuesta en el inductivismo según el cual cuando una ley física resulta repetidamente confirmada por nuestra experiencia podemos darla por cierta o, al menos, asignarle una gran probabilidad. Pero tal razonamiento, como ya fue notado por David Hume, no puede sostenerse en criterios estrictamente lógicos, puesto que éstos no permiten extraer (inducir) una ley general (universal) a partir de un conjunto finito de observaciones particulares.

La salida a este dilema propuesta en La Lógica de la Investigación Científica es que el conocimiento científico no avanza confirmando nuevas leyes, sino descartando leyes que contradicen la experiencia. A este descarte Popper lo llama falsación. De acuerdo con esta nueva interpretación la labor del científico consiste principalmente en criticar (acto al que Popper siempre concedió la mayor importancia) leyes y principios de la naturaleza para reducir así el número de las teorías compatibles con las observaciones experimentales de las que se dispone. El criterio de demarcación puede definirse entonces como capacidad de una proposición de ser refutada o falsabilidad. Sólo se admitirán como proposiciones científicas aquellas para las que sea conceptualmente posible un experimento o una observación que las contradiga. Así, dentro de la ciencia quedan por ejemplo la teoría de la relatividad y la Mecánica Cuántica y fuera de ella el Marxismo o el Psicoanálisis.

Si hay alguien que le interese el tema, lo hablamos, la verdad es que es muy interesante,sobre todo darle vueltas a ésto: "el conocimiento científico no avanza confirmando nuevas leyes, sino descartando leyes que contradicen la experiencia"

Tweek