!Ramen!

Como no podía ser de otra manera, probamos el ramen, un poco antes de la cena en el hotel, pero es que ¡no podíamos irnos de Japón sin probarlo! Era muy curioso ver a los japoneses sorbiendo haciendo muchísimo ruido, ya que como sabéis allí no es de mala educación... Ese platerón de ramen costaba 200yens, algo así como 1,5 euros, como ya os he comentado comer en Japón no suele ser nada caro. La sopa que llevaba quemaba que no veas y además yo le puse un montón de picante, así que nos entraba la risa porque además teníamos prisa por llegar a la cena y allí estábamos nosotros, quemándonos la lengua, sacando fuego por el picante y rodeados de japoneses que se partían el culo de nosotros (era un puesto familiar y la mujer del cocinero no podía aguantarse) XD Que risa:





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